Esta edición está dedicada a las mujeres, y cubrimos temas esenciales como la menopausia, la salud, las relaciones, las mujeres en roles de liderazgo y los viajes. Una de las experiencias más impactantes que tuve recientemente fue tomar unas vacaciones muy necesarias. A veces, unas vacaciones ofrecen más que solo relajación; se convierten en un viaje de autodescubrimiento, sanación y la fuerza que nuestras almas necesitan.
No había tomado unas vacaciones en más de siete meses, así que cuando llegué a Puerto Rico, se sintió mágico. El aire, el sol, las olas y la cultura vibrante me trajeron consuelo de una manera que ningún otro lugar podía. Puerto Rico tiene un lugar especial en mi corazón, y su calidez era exactamente lo que necesitaba. Sin embargo, este tiempo de descanso me hizo reflexionar sobre cómo las mujeres a menudo descuidamos el tomarnos tiempo para nosotras mismas, lo que nos lleva al agotamiento. El tiempo de descanso es esencial para la autorreflexión y la renovación.
En esta ocasión, no buscaba un nuevo destino para explorar; estaba buscando el consuelo del hogar. Mientras estaba allí, esperaba reconectar con la naturaleza y la familia, pero el universo tenía un plan diferente. Recibí la desgarradora noticia de que mi hermano mayor había fallecido. El dolor fue abrumador, pero su partida se convirtió inesperadamente en un catalizador para mi crecimiento personal. Me obligó a frenar y reevaluar lo que realmente importaba. También me permitió reconectar con el lado paterno de mi familia, profundizando mi conexión con mis raíces. En mi tristeza, encontré amor y apoyo de la familia paterna, lo cual se convirtió en una parte esencial de mi sanación.
Sentí como si el universo me hubiera guiado allí no solo para descansar, sino para transformarme. Incluso en la pérdida, encontré crecimiento, y por eso, estoy agradecida. Perder a alguien a quien amas cambia tu perspectiva, haciéndote valorar cada momento y las relaciones que tienes cerca.
Rosa J. Parra
Founder & Editor
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