Cuando ocurre algo malo, mucha gente se apresura a culpar al conductor del autobús, a cuestionar sus decisiones y su capacidad o formación. Esta respuesta, aunque comprensible, puede ser un grave error y puede conducir a un elevado riesgo de lesiones y daños. Permítame recomendarle una respuesta diferente en caso de que usted o su familia se vean implicados en un accidente de autobús.
- Muévase con calma hacia un lugar seguro. En la mayoría de los casos, esto significa permanecer quieto y tranquilo en el autobús hasta que llegue la ayuda. Si el autobús está ardiendo o presenta algún otro riesgo, es posible que tenga que evacuar el vehículo a un lugar seguro. Sean cuales sean las circunstancias, que no cunda el pánico.
- Tenga en cuenta a todos los miembros de su grupo. Permanecer juntos como un grupo puede ayudar a proporcionar una sensación de seguridad y hará que sea más fácil para el personal de emergencia para controlar la escena del accidente.
- Evalúe si hay heridos. Una vez reunidos en un lugar seguro, es importante evaluar a los heridos. Entiéndelo: la mayoría de la gente quiere estar bien después de un incidente. Querer estar bien y estar realmente ileso pueden ser dos realidades diferentes. No permita que el orgullo, la inconveniencia, el coste o cualquier otra preocupación le impidan a usted o a un miembro de su grupo recibir atención y tratamiento médicos. No todas las lesiones graves son fácilmente visibles. Una conmoción cerebral, una hemorragia interna, un shock y muchas otras afecciones pueden suponer un grave riesgo para la salud.
Joseph Bradica
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