Para la mayoría de las personas, un hito más temprano en la música es tocar musicalmente en lugar de mecánicamente. Ese logro requiere mucha práctica. Cuando, con mucha repetición, alguien logra la musicalidad, es un gran hito. Lo notable de este hito es que se repite a lo largo del viaje de un músico.
Mientras los músicos crecen, añaden sutilezas a las piezas que tocan, y trabajan para hacer que esas cosas también sean musicales. Aumentan la dificultad de la música — ritmos más complejos, melodías y armonías más sofisticadas, técnicas más desafiantes. Cuando esas cosas se unen, es otro hito.
Inicialmente, los músicos principiantes trabajan solos, trabajando en el ritmo, tocando o cantando notas en sintonía con buena calidad de tono, y eventualmente se vuelven expresivos — otro hito. Entonces, cuando deben tocar con otros o enfrente a otros, algo extraño pasa — el ritmo, la sintonía, la calidad de tono, la expresividad lograda cuando tocan solo se desvanece.
Con esfuerzo, los músicos recuperan sus habilidades, incluso cuando tocan enfrente o con otros. Es otro gran hito. Este logro es el primer paso hacia otro: la consistencia.
Cuando un músico sabe tocar musical y expresivamente cada día, en cualquier lugar, con o sin otros músicos, con o sin público, esta consistencia es un hito tremendo. Es la recompensa para muchas horas de práctica. Es la culminación de todos los hitos más tempranos en que un músico ganaba las habilidades para tocar expresivamente en cualquier situación. Este hito es mágico en verdad.
Mike & Paula
Meadowood Music
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Blandon, Pa 19510